Ale: ya se han terminado las vacaciones

Mi abuelo Rafael ya lo decía: “trabajar no puede ser bueno, porque es lo único por lo que a uno le pagan”.

La vuelta a la rutina y sobre todo al trabajo, produce una sensación de tristeza, apatía, falta de energía o motivación al incorporarnos a nuestro trabajo o rutina diaria tras acabar el periodo de vacaciones: ¿te suena?

La persona que lo sufre tiene una sintomatología similar al estrés cuando, al final de un periodo de descanso más extenso de lo habitual, no se ve capaz de responder al alto número de demandas que supone la vuelta a la rutina o el regreso a su vida laboral.

Bajo estado de ánimo, Decaimiento, Apatía, Ansiedad, Falta de energía, Sensación de hastío, Percepción de no ser capaz de adaptarse de nuevo al entorno laboral…

Menos mal…, porque el síndrome postvacacional no suele durar más de 2 ó 3 de semanas. Muy pocos casos precisan ayuda profesional, pero en ocasiones la presión de la vuelta al trabajo y/o a la rutina diaria puede causar estrés agudo con todos los signos que lo caracterizan: malestar, ansiedad, depresión, palpitaciones, sudoración, hiperventilación, taquicardias, temblores, cambios de humor, etc.

Lo mejor para combatir el síndrome postvacacional es prevenirlo.
Reserva unos días al final de las vacaciones para adaptarte.
No vuelvas de las vacaciones justo el día anterior a la reincorporación al trabajo.
Reanuda las actividades extra laborales y haz ejercicio físico.
Adapta los horarios de forma suave y progresiva.

Con FLOQQ… Mira, aprende, enseña y diviértete.